Alfredo Merino @ 29-12-2012 14:13
Tres equipos internacionales se aproximan al Karakorum con el objetivo de alcanzar dos ochomiles jamás subidos en esta estación.
Considerado durante el invierno como uno de los rincones más fríos del planeta, el Karakorum une a este título sus especiales condiciones ambientales y altitud. Aparte de unas temperaturas a las que no les cuesta bajar de –25º y que en la cota ochomil puede ser de –50º, hay que destacar la presencia constante de un viento inmisericorde. Con rachas de hasta 120 kilómetros por hora, disminuye la sensación térmica más allá de –60º. La altura de estas montañas, coloca el campo base por encima de los 5.000 metros, mientras que sus cimas se instalan en la llamada Zona de la Muerte, cota en la que el organismo humano sólo es capaz de deteriorarse.
A practicar este alpinismo-ficción se dirigen en estos momentos tres grandes expediciones. Sus objetivos son dos de los tres ochomiles que todavía no han logrado escalarse: Broad peak y Nanga Parbat. El tercero aún no escalado nunca es el K2, la segunda montaña más alta de la Tierra y el más difícil de todos los ochomiles. Este monte permanecerá solitario hasta verano, pues después del intento de una potente expedición soviética el pasado invierno y en el que pereció el experto alpinista Vitaly Gorelik, todavía parece un objetivo inasumible.
El histórico himalayista polaco Krzysztof Wielicki lidera uno de los grupos. Intentarán el Broad peak y a sus órdenes auténticos especialistas en el himalayismo invernal: Janusz Golab y Adam Bielecki, vencedores del Gashrebrum 1 el pasado invierno, y Maciej Berbeka, uno de los autores de las primeras invernales del Manaslu y el Cho Oyu, junto con Piotr Kaczkan, Rafal Fronia, Artur Malek y Tomasz Kowalski.
Otra expedición polaca se dirige al Nanga Parbat, confirmando el interés y aptitudes de los alpinistas de este país, con toda razón apodados los Guerreros del frío. La integran Marek Klonowski y Tomasz Mackiewicz (quienes ya han intentado el monte los dos inviernos anteriores) junto con Adrian Kutarba y Piotr Strzezysz. Quieren subir por la solitaria vertiente del Rupal. Por el lado opuesto del Nanga, la vertiente del Diamir, intentarán a su vez lograr cima los miembros de una expedición internacional liderada por el húngaro David Klein, junto al que viajan el también húngaro Zoltan Robert, el rumano Alex Gavan y el estadounidense Ian Overton.
Las citadas condiciones extremas han hecho que, hasta estas dos últimas temporadas, el Karakorum haya sido muy poco visitado en la estación más fría. Los éxitos en sus ochomiles se remontan a 2010, cuando se logró la primera invernal del Gasherbrum 2, uno de los más bajos y sencillos de los catorce ochomiles, ¡sesenta años después de la primera ascensión a uno de estos montes! Protagonizaron la gesta el italiano Simone Moro, el kazajo Denis Urubko y el estadounidense Cory Richards. El invierno pasado se logró el segundo de estos picos, el Gasherbrum I, si bien el éxito del grupo polaco dirigido por Artur Hajzer que lo consiguió se vio tristemente empañado por la desaparición del austriaco Gerfried Goschl, el suizo Cedrik Hählen y el pakistaní Nissar Hussein, quienes subían por una nueva ruta, encontrándose a muy poca distancia de la cima cuando fueron vistos por última vez, dirigiéndose hacia ella. Aún no se sabe si lo lograron y sus cuerpos no han sido encontrados.